Las sensaciones son impresiones producidas por lo que ocurre dentro y fuera de nosotros. Son reacciones fisiológicas de nuestros sentidos que dejan huella en nuestro cuerpo. En definitiva, es la respuesta corporal ante un estímulo interno o externo que nos conecta con lo emocional.
Las emociones. Se trata de cómo nuestro organismo responde ante una situación concreta a partir de las impresiones captadas por nuestros sentidos (sensaciones). Son intensas y de corta duración. Dependen de las sensaciones y dan pie a los sentimientos.
Los sentimientos surgen a partir de una emoción, al evaluar de forma consciente nuestro estado corporal a raíz de la experiencia vivencial sentida (emoción). Son menos intensos y de mayor duración gracias al proceso cognitivo del estado emocional.
Un ejemplo podría ser, cuando conozco a una persona y empiezo a sentir “mariposas en el estómago” (sensación). Esta reacción de mi cuerpo me permite identificar que estoy enamorada/o (emoción), lo que me produce sentimientos de placer y alegría.
Todos ellos nos hablan de nuestra:
Sensibilidad: la parte de nuestra persona que nos hace sentir, latir, vibrar, reaccionar ante lo que sucede en nosotros o en nuestro entorno.
No todos vibramos de la misma forma ni ante las mismas cosas. Pero todos tenemos una sensibilidad más o menos “despierta”.
Conocerla es profundizar en el complejo aprendizaje de cómo funcionamos como personas que somos.
Adentrarnos en la nuestra propia es sumergirnos en un autoconocimiento que nos permitirá descubrir quiénes somos y cómo reaccionamos ante diversas situaciones.
Aprendiendo así a adueñarnos de nuestras propias emociones, a no actuar desde la impulsividad y a identificar las emociones de nuestras hijas e hijos para poder acompañarlas.
CONEXIÓN Y TACTO 