
Todas las madres son madres trabajadoras.
Las que dan el pecho.
Las que usan biberón.
Las que luchan por mantener su carrera profesional.
Las que se dedican plenamente a la crianza de sus hijas/os
Las que hacen horas extra en el trabajo
Las que se pasan horas durmiendo a su bebe.
Las que van corriendo a todas partes
Las que deciden ir a otro ritmo
Madres todas ellas trabajadoras, dentro y fuera del hogar, pluriempleadas pero no remuneradas cuando el trabajo que realizan está de puertas para dentro de casa.
La invisibilidad política y social del cuidado de los hijos tiene un alto coste para la sociedad y para la salud mental materna.
Sólo dándole el valor social que se merece, recibirá el valor económico que le corresponde.
La crianza y educación de los hijos es un trabajo. Por mucho que intenten que nos creamos lo contrario.