
Cuánto más puro es el amor que sentimos por nuestras hijas e hijos, mejor es el trato que les damos.
Amar desde lo más profundo de nuestras entrañas nos conecta con lo más puro de nosotros/as.
Y hace que nos relacionemos con los demás desde nuestra esencia, buscando conectar con la esencia de quién tenemos delante.
Aprender a asentarnos en este amor puro para con nuestras hijas e hijos es fundamental para establecer unas relaciones sanas y auténticas.
Sólo así alcanzaremos un amor incondicional. Desde quienes somos por quienes son.
Sólo así abrazaremos un amor responsable para darles lo que verdaderamente necesitan.
Sólo así podremos conectar con nosotros/así mismos/as para poder conectar con ellos/as.
Si sientes que estás en este camino, te ofrezco mi guía desde el amor más profundo que habita en mí para sacar lo mejor de ti.
Y con ello educar con tacto. Desde el amor y el respeto mutuo.