
Los brazos de mamá son:
- Hogar: mamá es todo nuestro mundo y nuestro punto de referencia en los primeros años de vida.
- Sosiego: mamá es la calma que necesitamos ante el malestar y las emociones intensas. Nos da descanso y tranquilidad.
- Sostén: mamá es nuestro pilar de apoyo. Nos acoge y nos da la seguridad que necesitamos.
- Refugio: mamá es el hogar al que regresamos y donde encontramos protección. Nos libera de nuestros miedos y nos mantiene serenos.
El vínculo afectivo materno es lo que da raíces y a la vez alas a nuestros peques.
Nuestra forma de ver el mundo y de vivir en nuestra vida adulta está íntimamente ligado a la relación que tuvimos con nuestra madre de pequeños y adolescentes.
A más cariño, ternura, escucha, amor incondicional y presencia física y emocional recibida, mayor es nuestra autoestima.
Los “excesos” de éstos no impiden, sino que favorecen el óptimo desarrollo de nuestras niñas y niños. La falta de ellos mal-crían.
El papel de una madre en la vida de sus hijas e hijos importa y mucho. Y el papel del padre no sustituye, sino que se suma a la creación de un apego seguro. Así como lo hacen las personas cuidadoras.
La reciente incorporación de la palabra “mamitis” en la RAE lo único que reafirma es que seguimos viviendo en una sociedad alejada de las necesidades de la infancia y que culpa a las madres por ofrecer los cuidados correspondientes.
Se hace urgente liberar nuestra maternidad para acompañar a nuestras hijas e hijos como necesitan y merecen.
Así que, abraza, sostén y acompaña a tus hijas e hijos, asiéntate en tus intuiciones, apóyate en la evidencia científica y lleva con la cabeza alta tu maternidad vayas donde vayas.