
No es no. Siempre.
Desde la más tierna infancia.
No le pidas que dé ni le des besos si no quiere. No le impongas qué ponerse sólo porque a ti te guste más. No le cambies el pañal o la ropa en espacios públicos si no quiere. No le desnudes en la playa si se siente incómodo/a. Respeta su decisión y hazla respetar a los demás.
Porque hoy su seguridad y confianza están en ti.
Así, mañana sabrá marcar con seguridad y confianza los límites para consigo mismo/a, como también respetará los límites para con los demás.
Es importante que niños y niñas integren qué es el respeto por su propio cuerpo. Y que lo hagan desde una edad muy temprana.
Con ello en vez de crecer normalizando que el cuerpo es territorio de posesión y conquista, lo harán naturalizando que es suyo propio y de nadie más. Aprenderán a respetarse a sí mismos y también a los demás.
Y contigo es con quien sentirán de primera mano en qué consiste el respeto.