¿cuánto dura una explosión emocional?

la pregunta del millón

• «Si yo le acompaño, pero sigue pataleando.»
• «Le dejo que se exprese pero no se le pasa.»
• «Le explico las cosas pero no me entiende.»

¿Te suena?

Detrás de todas estas frases que toda madre y todo padre hemos dicho o pensado alguna vez , se esconden nuestras propias ganas de:

• Que mi hija/o deje de «montar un drama» porque yo ya le estoy ayudando.
• Que deje de sentirse mal.
• Que toda esta situación termine YA.

¿Y esto es malo? No. Porque cada una/o llevamos nuestra propia mochila. No tenemos experiencia de sentirnos acogidos en nuestras emociones y menos aún de acoger las emociones de nuestros hijos.

¿Y ahora qué?

Pues, a aprender juntos. Así de simple y a la vez nada fácil, lo sé. Pero, ¿quién nos ha dicho que criar a un ser humano fuera fácil? Y si has podido con otras situaciones difíciles en tu vida, con esta también. 😉 Es la que más satisfacción te dará a la larga, I promise.

Dedica un momento a reflexionar sobre la siguiente pregunta:

¿Desde dónde acompañas a tus hijos/as en una explosión emocional?

Te lanzo una pista: ¿desde tus ganas de «que termine ya» o desde sus necesidades?

Estoy segura de que la respuesta te ha saltado por sí sola. 🙂

Y a todo esto, ¿cuánto dura una explosión emocional? No se me ha olvidado. Sigue leyendo más abajo. 😉

Será porque tengo una hija de 3 años.

O porque todas las tardes estamos con amiguitos de 2-3, viviendo en vivo y en directo cantidad de explosiones emocionales por razones de lo más variopintas, sintiendo en vivo y en directo también nuestras propias emociones, notando emerger preocupaciones, vergüenzas e impotencia. Teniendo que lidiar con nuestro sentir e intentando resolver conflictos.

Será también porque las emociones se están convirtiendo en uno de los pilares de mi proyecto. Sea porque sea, siento que toda madre y todo padre alguna vez nos hemos hecho la pregunta de:

¿Cuánto dura una explosión emocional?

Dura lo que tiene que durar. Depende de su intensidad, de la propia madurez de cada niño/a y, ante todo, de cómo es acompañado a transitarla.

“Menuda caca de respuesta” pensarás desde esa urgencia de que termine ya.

Lo que sí te aseguro, es que si:

• Mantienes la calma
• Te mantienes presente
• Le hablas con cariño
• Respetas su sentir aunque te incomode y
• Le muestras tu amor, porte como se porte

Terminará mucho antes que si te enfocas en buscar ases de la manga para que se acabe ya 😉

Porque, y ahí está el kit de la cuestión: cuanto más evitemos y menos acompañemos las explosiones emocionales de nuestros hijos, más explotarán y menos aprenderán a regular sus emociones.

¿Lo sabías?

PD: a todas las mamás(y papás) que me leéis por aquí a parte de “aguantarme la chapa” en persona. Gracias. Por ser y estar. Junto a vuestros peques en todo momento. Con vuestras luces y vuestras sombras. Con vuestras mochilas. Ahí en “primera línea de batalla” siempre. Creciendo juntos. Creciendo juntas. Os admiro.