No favorecemos la autonomía, la creatividad y la autenticidad en las personas si constantemente les bombardeamos con mensajes de qué y cómo tienen que ser y hacer.
No favorecemos el no consumismo cuando continuamente masificamos la publicación de contenidos que consumir.
No favorecemos el descanso, la conexión y la esencia de estas fechas si continuamente ofrecemos planes de Navidad.
No dirijamos. Acompañemos.
A la infancia. A las familias. A las personas. Y sus procesos.
Guiemos. Ofreciendo preguntas, en vez de respuestas. Dejando tiempo y espacio para explorar y SENTIR el mundo que nos rodea y también nuestro mundo interior.
Dejando tiempo y espacio para conectar, para SER.
𝗘𝗹 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝘇𝗮𝗷𝗲 𝗵𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗮. 𝗖𝘂𝗮𝗹 𝘀𝗲𝗺𝗶𝗹𝗹𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗯𝗿𝗼𝘁𝗮𝗻. 𝗦𝗶 𝗻𝗼, 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗰𝗿𝗲𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼.
Respetando los ritmos naturales de la vida. Ésa que también brota dentro de cada una de nosotras. Pura y auténtica.
Seamos tierra fértil. Nutramos. Cuidemos. Confiemos en los procesos
