El entorno que nos rodea ha de acoger nuestra realidad interior

Invitaciones a ser

A mayor estímulo externo, mayor inhibición de los sentidos del niño o niña.

La sobreexposición a luces y sonidos, los ritmos vertiginosos y la saturación por cantidades de objetos y actividades, bloquea el procesamiento cerebral de la propia vivencia. Y ésta es la única que nos permite conocernos, porque es la que nos permite escucharnos, sentirnos.

𝗘𝗹 𝗲𝗻𝘁𝗼𝗿𝗻𝗼 𝘆 𝗹𝗼𝘀 𝗺𝗮𝘁𝗲𝗿𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗿𝗼𝗱𝗲𝗮𝗻 𝗵𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗰𝗼𝗴𝗲𝗿 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿. Tienen que ser una invitación suave a exteriorizar lo que somos de fondo. Un medio para expresarnos de dentro a fuera.

Y cuanto más natural y simple es el entorno material que nos rodea, mayor libertad tenemos para manifestar nuestra esencia.

Poder liberar así 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗮𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗮 𝗲𝘅𝗶𝘀𝘁𝗶𝗿 y poder hacerlo a través de todo lo que nos rodea.

Por eso, en estas fechas de plena oleada de ocio y compras desorbitadas, ojalá tengamos en cuenta que las actividades y juguetes a elegir han de responder a las necesidades y aspiraciones de nuestros hijos.

✨ ¿𝗗𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗱ó𝗻𝗱𝗲 elegimos?
✨ ¿𝗤𝘂é 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 tenemos en cuenta?
✨ ¿𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗾𝘂é lo queremos?

¿Es algo que habla de nuestro hijo/a o más bien de lo que asociamos a su edad? ¿Refleja sus intereses y gustos o los nuestros y nos dejamos llevar por lo que se lleva…?

Son preguntas que invito a que nos hagamos para actuar desde una mayor consciencia y coherencia con nuestros propios valores y sobre todo con las NECESIDADES y la forma de ser de nuestros hijos.

Cuando apostamos por tener o hacer menos, invertimos en 𝗦𝗘𝗥 𝗺á𝘀 y con ello el mayor regalo que estamos haciendo a nuestros hijos es la oportunidad de desplegar el potencial de su propia esencia.

𝘊𝘰𝘯𝘦𝘤𝘵𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘨𝘰.
𝘊𝘰𝘯𝘦𝘤𝘵𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘩𝘪𝘫𝘰𝘴/𝘢𝘴.
𝘌𝘥𝘶𝘤𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘢𝘤𝘵𝘰.💛

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