Detrás de una sonrisa no siempre hay alegría

Miedo en el cuerpo

Cuando PERTENECER se ve amenazado mi MIEDO queda DISFRAZADO

Y bajo una MÁSCARA de falsa SONRISA mi cuerpo se PARALIZA.

Porque, ay, qué no daría yo por VERME en tu mirada y SER tu ALEGRÍA.

Aunque esto me suponga DISIMULAR mi malestar para poderme adaptar y de alguna forma ENCAJAR.

En un MUNDO que aún no comprendo y en el que para mí TÚ eres mi mundo entero.

✨✨✨

Hasta los 6 años las niñas y los niños no diferencian la realidad de la ficción y verse rodeados de personas y, más de quienes más confían metiéndoles sustos en el cuerpo para su diversión es violento.

A la larga terminan acostumbrándose a que para el placer de otros, uno/a tiene q sufrir …𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗅𝗂𝗓𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗏𝗂𝗈𝗅𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺𝗌…

A la larga terminan acostumbrándose a 𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋 𝗆𝗂𝖾𝖽𝗈 en el cuerpo… 𝗇𝗈𝗋𝗆𝖺𝗅𝗂𝗓𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖾𝗅 𝗆𝖺𝗅𝖾𝗌𝗍𝖺𝗋…

Y todas estas primeras vivencias las llevan en sus mochilas de las que extraerán lo aprendido para estos y otros momentos en sus vidas adultas…

Las y los niños no aprenden a superar sus miedos enfrentándose a ellos a la fuerza. Esto les mete más miedo en el cuerpo y terminan por aprender a que es normal 𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋𝗌𝖾 𝗂𝗇𝖽𝖾𝖿𝖾𝗇𝗌𝗈𝗌 𝗒 𝖺 𝗋𝖾𝖺𝖼𝖼𝗂𝗈𝗇𝖺𝗋 𝖽𝖾𝗌𝖽𝖾 𝖾𝗅 𝗆𝗂𝖾𝖽𝗈.

Porque lo natural es sentir miedo.

Y los miedos se acompañan y juegan para ir adquiriendo poco a poco 𝖼𝗈𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝗏𝖺𝗅𝖾𝗇𝗍í𝖺 respetando la etapa de desarrollo cerebral y el ritmo de cada niña/o.

Y si no todos sienten placer, NO hay diversión.

Lo contrario es VIOLENCIA.

Y para saber con certeza si nuestrxs peques están o no pasándoselo bien, observa su MIRADA: ésta nunca engaña.

Porque qué no harían y dirían con tal de sentirse aceptados, queridos y parte de nuestro mundo…

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